domingo, 31 de marzo de 2013
Generación Standby
Vengo mirando a todos mis conocidos y amigos, y veo que la mayor parte de ellos están en moratoria.
Me explico; la evolución social, el alargarse de la adolescencia, la crisis, el estado del mercado laboral... hace que nos incorporemos más tarde, mal y con muchas más dificultades a un proyecto de vida personal, creativo e independiente a medio, o más que medio plazo. Seguimos dependiendo de nuestra santa familia de origen en muchos casos.
En resumen está el personal en plan célula latente, esperando poder organizar y estructurar algo más su vida, sea para compartirla con alguien, sea para volar del nido familiar en solitario, sea para viajar por el orbe...
Los 30 son cools, y mola salir con los amigotes cada finde y regresar de madrugada a casa de papá como cuando teníamos 16, hasta ahí bien; pero la verdad es que no hay opción de planterar un proyecto de vida independiente -o de pareja y familia- más o menos con cara y ojos, sin una ocupación laboral más o menos bien remunerada; sin eso adios a la posibiliad de tomar nuevos pasos hacia la indepedencia económica, personal, familiar y social y dirigir el rumbo de tu nave...
Ahora bien, es cierto, que vengo observando algún tipo de moratorias diferentes; la de aquel que pudiendo construir alguna cosa, no lo hace por cuestiones que tiene más que ver con temas personales.
Son muchas las causas que nos mantienen más o menos paralizados y mi hipótesis es que pesan tanto las sociales (empleo...) como las personales (como estás organizado tú por dentro), aunque quizá hay gente que no le guste lo que digo.
La situación de moratoria nos genera frustración, a veces difícil de capear, ahí cada uno es dueño de como se relaciona con sus frustraciones de manera más o menos creativa (o destructiva): deporte, hobbys, religión, alcohol: yo me fijo en la gente y escribo cosas que no le interesan a nadie, por ejemplo.
Esta es la dificultad de los tiempos que nos ha tocado vivir, como anteriores generaciones tuvieron otros muy diferentes y muy a menudo, peores.Creo que venirse abajo porque las cosas están difíciles es una victimización que no ayuda en nada: ¿Qué generación no ha tenido sus dificultades?
Planteo que esta es la fase un poco menos fácil que le toca a un buen sector de la población que ha tenido la oportunidad y el privilegio de formarse extensamente ( me incluyo); hemos tenido más suerte que otras generaciones anteriores en este sentido.
Creo que son dificultades y frustraciones reales, no obstante, aunque a veces parezca lo contrairo, dependen mucho de como uno las asuma y las afronte. En mi caso, por mi formación, creo que poder hablar de ello y compartirlo, ya es un paso muy importante. No es que la psicología te de muchas respuestas, pero con las preguntas ayuda que te cagas.
Creo que he tenido la suerte de estar bien aconsejado en muchos momentos difíciles, y dejo esta perla en la que me sostengo cuando me viene el mal del "precario":
Lo importante no es llegar antes o después, es llegar.
Ánimo a todos.
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