viernes, 7 de noviembre de 2014

El sentido del malestar y los síntomas.

Me gustaría escribir esta breve entrada para poner encima de la mesa un tema clásico pero siempre de un máximo vigor para las personas que trabajan atiendiendo al malestar y el sufrimiento de las personas.

Los síntomas, tales como angusítas, tristezas, pensamientos intrusivos recurrentes, inhibiciones, e incluso, a menudo molestias y trastornos físicos, son siempre un lenguaje, una comunicación que nos envía alguna parte de nuestra mente, un lenguaje que debe de poder ser comprendido de alguna manera para que pueda modificarse aquello que no está haciendo sufrir, y por lo que se consulta con un especialista.

Cabe destacar, aunque quizá esto no es tan sabido, que por definición todo ser humano padece de algún síntoma psicológico, grande o pequeño, molesto o no molesto, ajustado al discurso social o no. Se suele consultar cuando este o estos síntomas se cobrar un peaje en sufrimiento que el sujeto en un momento dado ya no puede soportar.

El tema de los síntomas es un tema muy serio: los síntomas forman parte de una manera de funcionar de la persona, este manera de funcionamiento está complejamente estructurada e interrelaciona unas partes del  psiquismo con otras. En este sentido, todo síntoma debe ser tratado no solo por lo que parece, sino por lo que significa y representa en conjunto y en interrelación con el resto de la personalidad. 


Actualmente existe la tendencia a no poder soportar y querer erradicar o enmascarar el síntoma de la manera más rápida y radical posible, ello lleva a menudo a consecuencias más graves, a veces desastrosas, si se "corta" un síntoma de una manera poco cuidadosa sin comprender y elaborar porque ese síntoma necesitaba estar ahí. Es probable que algo se pueda descompensar o que puede apararecer ese síntoma transformado en algo más difícil en otra parte.

Es por eso que aun dolorosos y acuciantes, la manera de trabajar con los síntomas, para lograr progresos reales pasa, por poder pensarlos y ponerlos en la relación con el resto de la persona y la experiencia biográfica: se necesitará de un proceso de elaboración de la persona que presenta esos síntomas para poder encontrar una mejor manera de organizarse en los asuntos de su vida. El mejoramiento y la comprensión no pueden venir únicamente otorgados desde fuera por un profesional "que todo lo sabría" sino que necesitan de que la persona vaya abriéndose a hacerse preguntas a si misma.  Ese es el camino.

Muchas gracias.


lunes, 3 de noviembre de 2014

Tendencias humanas: ¿Tan actuales?

Recurrentemente y de manera inevitable aparecen determinadas temáticas y cuestiones especialmente duras y dolorosas para el ser humano, que nos hablan de aspectos que no son fáciles de abordar.

Cuando se muestra de manera tan clara como se está manifestando todo lo que no funciona a nivel social: la corrupción, la injusticia, la exclusión del sistema de grupos numerosos de gente... uno se pregunta de donde viene todo esto, y de que manera están implicadas instituciones y sociedades en este orden de cosas.

En mi opinión, y comprendo que no es una opinión aceptada globalmente, la tendencia a la destructividad en el ser humano existe de per se, por principio, por arquitectura emocional del ser humano. A lo largo de la historia esta tendencia se ha mostrado de las más variadas maneras; quizá las guerras son su exponente más espectacular y destructivo.

De ello, mi opinión deriva a que no es posible plantear un mundo sin violencia, corrupción, destructividad... de una manera realista, dado que es demasiado utópico y desconoce una parte importante y fundamental del ser humano.

En mi apreciación, me parece más importante que estas partes menos fáciles y agradables del ser humano deben de poder ser asumidas, elaboradas y expresadas de acuerdo a un fin que no sea dañino -o sea lo menos dañino posible- para la persona, la comunidad y para la sociedad en extensión.

Opino que lo que viene ocurriendo desde mucho tiempo atrás es una apartamiento de la mirada respecto de estas partes del ser humano que tienen que ver con su virtualidad destructiva en aras de concentrar la mirada en aquello que es más amable, y por ende definir al ser humano solo como esta parte que ha sido previamente desproblematizada por el mecanismo personal y social de la represión.

De ahí, de este desconocimiento de cosas que se deberían de poder tener en cuenta para buscarles una expresión lo más satisfactoria posible, es de donde, en mi humilde opinión, vienen todos estos síntomas sociales que venimos presenciando, no ya ahora, sinó quizá a lo largo de los tiempos. La coincidencia con un momento social especialmente doloroso es lo que hace de la situación especialmente difícil.

Por otra parte, creo que una buena parte de esta tendencia destructiva de la que personas y sociedades no quieren hacerse cargo se esta expresando a través del sistema económico imperante, que cosifica y despoja a las personas de su subjetividad en aras a servir a un ente impersonal bastante poco amable: el mercado, la economía...

Lo que no se quiere ver, lo que se reprime, no por ello deja de existir, siempre vuelve, y vuelve de una manera peor.

Muchas gracias.