viernes, 20 de junio de 2014

Nuestros hijos: Emociones, sentimientos y rendimiento escolar

A raíz de algunos de los casos que trato en mi consulta de psicología, se me haciendo cada vez más meridianamente claro como está intensamente conectado el tema de los sentimientos y las emociones con el del rendimiento escolar, notas y calificaciones en el caso de los niños de diferentes edades.
Esto era algo que a nivel teórico ya conocía pero que poco a poco voy constatando en la práctica.

En palabras de una de mis grandes maestras: "El niño que puede ir bien (escolarmente) va bien".

Esto implica que aquellos que no van bien, no lo hacen por gusto, sino porque está pasando algo a nivel interno, psicológico, que no les está permitiendo disponer de sus recursos para dedicarlos al aprendizaje.

Cuando esto se aborda psicológicamente descubrimos muy diferentes cosas: desde el desplazamiento al colegio de algo que se está generando en casa; o el caso del niño que por sus peculiaridades y/o dificultades es la "diana" física y emocional de los golpes y burlas de sus compañeros; pasando por niños que han embarrancado en un momento dado de su aprendizaje por que no han podido establecer un vínculo de suficiente apego y confianza con el tutor de curso. 

Todos estos casos nos muestran que profunda y sutilmente está conectado el tema de las relaciones, emociones y sentimientos con el del rendimiento académico, aunque a primera vista no lo parezca.

En otros casos en que esto no se puede abordar psicológicamente, las posiciones cada vez se van endureciendo más en una especie de CIRCULO VICIOSO PERFECTO:
  • Más malas notas-
  • Más castigos y eliminación de las cosas que le sustentaban psicológicamente-
  • Más hundimiento emocional del chic@, más sentirse fracasado y deprimido-
  • Menos sensación de que le entienden, menos sensación de que EL PUEDE APRENDER- 
  • Más tener que desconectar y hacer "de pasota" para intentar defenderse del sufrimiento de ser incapaz, de ser insatisfactorio para padres y educadores-
  • Más ser etiquetado de pasota, que todo le da igual por padres y alumnos-
  • Más construcción de la identidad adolescente en cuyo núcleo habrá una experiencia de FRACASO
  • Más aparición de la rabia y la agresividad en el chico porque no puede poner fin a la situación
  • ...


Con lo que se puede llegar al final del recorrido académico, con la etiqueta FRACASO escrita en la frente en forma de profecía autocumplida, y lo que es peor, teniendo que cargar de por vida si no se le pone remedio con una autoestima muy maltrecha y con la sensación interna de ser un fracaso y de ser insatisfactorio.

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