sábado, 2 de agosto de 2014

Resistencias: Los enemigos del psicólogo

A menudo cuando los pacientes nos vienen a consultar nos encontramos con constelaciones de síntomas, dificultades y padecimientos varios que parecen no tener explicación.

Muy a menudo el sufrimiento tiene que ver con conexiones con aspectos profundos que están muy escondidos, y ocultos a la consciencia.

El trabajo del psicólogo en este caso es ir pudiendo realizar una historización, ir tirando del hilo de los síntomas e irse adecuando al ritmo del paciente para poder ir hablando de temas que hasta la fecha no se habían podido hablar y que por causas familiares, personales... han sido temas problemáticas y relegadas al fondo de la consciencia; se trata de hablar de aquello que no ha podido ser dicho.

No será fácil, dado que el paciente se resiste por todos los medios, sobretodo, inconscientes, a entrar en contacto con aquello que le genera tanto dolor y que está en el fondo de su ser.

Aquí entra en juego la pericia del terapeuta para ir consiguiendo que aquello que se reprime en lo más profundo vaya acercándose a la consciencia y pueda ir siendo explorado con toda la calma, la tranquilidad y el tiempo que se necesita para una curación real.

De aquí que yo no sea partidario en absoluto de las terapias rápidas o que miden sus logros en función de la velocidad. No estamos hablando del mismo tipo de curación ni de los mismos efectos de cambio en la vida de la persona.

Muchas gracias, y bienvenidos al blog después de un mes de ausencia por motivos de trabajo.

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