Desde mi experiencia terapeútica, en muchas ocasiones, muchas personas, que han optado por recibir ayuda psicológica, o no, suelen tropezar contrar muros y barreras inesperados, invisibles e insuperables, a menudo cuando justo parece que van a conseguir cosas que por las que llevaban mucho tiempo peleando y luchando, y que deseaban mucho, al menos conscientemente.
Mi pequeña y brevísima entrada de hoy va sobre ese tipo de cuestiones que podríamos llamar de manera genérica "autosabotaje emocional".
Podemos definir este termino como la entrada en escena de deseos, fuerzas y elementos psicológicos que van contra aquello que queremos conscientemente, por lo que se produce un choque de fuerzas que le coloca a uno es una posición muy dolorosa; un ejemplo de ello puede ser el caso de la personas que pasa por un bajón emocional justo en el momento de conseguir un progreso profesional importante.
En este sentido, los psicólogos pueden entender estos elementos desde puntos de vista diferentes, pero en mi caso este tipo de experiencia de padecer psíquico siempre suele tener que ver con elementos de nuestras consciencia: deseos, aspiraciones, diferentes elementos psicológicos... que no hemos tenido en cuenta, o que no nos hemos atrevido a mirar, por parecernos demasiado dolorosos, por lo que hemos optado por hacer "como si no existieran". En este sentido suelen ser elementos que pueden diferir de aquello que aparentemente deseamos, por lo que su emergencia resulta muy sorpresiva y dolorosa.
Si originan un desajuste personal y social significativo, es importante que se pueda consultar y pedir ayuda sobre estas cuestiones, al objeto de que con la ayuda experta, la persona pueda tratar de admitir, conocer, sentir, elaborar e integrar estos elementos que había pretendido sacar de su consciencia, para que en futuras vivencias y decisiones, la persona tenga una mayor dosis de autonomía y pueda decidir con la mayor parte de su personalidad y de sus circunstancias conscientes.
Después de un trabajo de análisis, de terapia y descubrimiento personal, tal vez ese trabajador pueda descubrir que es lo que internamente no le permite disfrutar de esa promoción profesional, que sentimientos y emociones sin duda están chocando con ello, de cara a que no sean ya un impedimento.
Hasta el viernes que viene!
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