miércoles, 17 de julio de 2013

LA ANGUSTIA Y EL PSICÓLOGO

LA ANGUSTIA Y EL PSICÓLOGO:

Hoy me apetece explicar cual es mi concepción de la angustia y de la ansiedad; cuestión por la que muchas personas acuden hoy día al psicólogo.

Si bien la angustia y la ansiedad llegan a ser en algunos momentos tremendamente perturbadoras y paralizantes, en mi manera de entender y trabajar en psicología, no se las puede suprimir sin más. La angustia siempre es "señal" de algo que está ocurriendo, no aparece aislada, sin tener nada que ver con lo que acontece en la mente de las personas para ser extirpada sin más, aunque, en muchas ocasiones, el paciente desearía que esa ansiedad/angustia simplemente desapareciera instantáneamente.

Mi papel como psicólogo es ayudar al paciente a que pueda conectar esa sensación de angustia o ansiedad con las cosas que pasan, o que han pasado en su biografía psicológica, en el entorno seguro de la consulta, para poder entender e intervenir sobre lo que está causando esta angustia, para que pueda elaborar, entender, madurar, expresar y para que esa angustia se transforme de manera natural en otra cosa, dado que hemos podido hacer algo con aquello que la causaba.

 De otra manera, el intervenir de manera puramente motivadora, o tranquilizadora, no deja de tener el efecto que tendría un tranquilizante: soluciona y alivia, pero no resuelve el problema, no cambia nada dentro de la persona a nivel psicológico, es más, es probable que con ello la próxima aparición de la angustia sea más cruda y más virulenta.

 El psicólogo no puede resolver los problemas de la gente: puede ayudar a que la gente resuelva sus problemas a través de un proceso de autoconocimiento personal en el que aparecerán emociones, sentimientos, vivencias diversas, que ayudarán a que la persona tenga cada vez mayores elementos de juicio sobre sus propios actos al conocer de manera más directa su realidad psicológica.

Esta es mi opinión sobre el acontecer de las consultas de psicología, y en esta opinión no caben las prisas ni los remedios repentinos o infalibles para las dificultades psicológicas: el resolver un problema psicológico siempre necesitará una indagación, una maduración y una evolución de la persona que ha pedido ayuda, y no se puede producir de manera repentina e instantánea (eso no quiere decir que no se pueda encontrar en algunos casos una solución relativamente rápida). Para resolver realmente un conflicto/problema/trastorno psicológico es necesario ese proceso personal de querer saber y entender porque nos ocurren y porque sentimos determinadas cosas, aunque a veces, nos asusten y nos hagan sufrir tanto, que no querríamos saber nada de ellas y desearíamos que simplemente desaparecieran.

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