lunes, 28 de octubre de 2013

Singularidad, individualidad y psicología

A menudo las personas atraviesan periodos de crisis y situaciones dolorosas a nivel psicologico que aunque nos tratamos de explicar, no podemos entender.
En la comprension de la psicologia a la que yo me adscribo, tenemos en cuenta la radical singularidad de cada ser humano, y es por eso, que para mi no existe un único tratamiento para cada tipo de dificultad, conflicto, patología... ya que por muy parecidos que puedan ser los síntomas del sufrimiento psíquico para determinadas personas (depresión, angustia, fobias, obsesiones) sus causas y motivos pueden ser muy diferentes, y tienen siempre que ver con la biografía del individio: con su identidad, con lo que desea, con lo que teme...

Es en este sentido que mi manera de entender la psicología y la psicoterapía tiene poco que ver con las recetas universales, con los consejos, con las prescripciones... se trata más de un proceso de investigación y crecimiento, donde el terapeuta debería introducir lo menos posible cosas suyas (creencias, pensamientos, hábitos, valores...) en la mente del paciente, dado que de lo que se trata es que el paciente pueda desarrollar el máximo de sus propios recursos, independientemente de cuales sean sus valores y su manera de ver el mundo; por supuesto, que no vamos a tratar de uniformizar a nuestros consultantes de acuerdo a un modelo de lo que se consideraría socialmente adaptado en nuestra sociedad actual, sino que buscamos que sea capaz de desarrollar hacia donde le gustaría crecer por el mismo.

Es en este sentido, que si el proceso ha tenido éxito, el paciente no solo se habrá librado de sus síntomas, sino que también de unos cuantos condicionamientos sociales, que le permitirán guiarse y regirse más por lo que el  mismo piensa y desea; tendrá una mayor cuota de libertad.

Para todo este proceso, el tiempo, la capacidad de pararse y pensar, y el valor de ir encontrándose a uno mismo con lo que surje y existe más allá de los síntomas, son los mejores aliados del paciente.
Para el terapeuta, la capacidad de escucha sin condicionamientos, sabiendo que cada ser humano es único e irrepetible y que las cosas son distintas para cada uno, proporciona la actitud adecuada para el trabajo con los pacientes.

Muchas gracias.

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