La soledad nos dice como somos. Hay tantas maneras de vivir la soledad como personas. No obstante, de los diferentes tipos de soledad exixtentes, me voy a referir a una manera de estar y y sentirse solo que es necesaria por momentos para todo el mundo y que tiene importantes funciones psicológicas. Se trata de las soledad de los momentos en los que el ruido social, laboral, familiar cesa, cuando quedamos expuestos a nosotros mismos, a nuestros sentimientos y a todo lo que esta está tapado de nuestra propia vida en los momentos cotidianos.
La soledad es el enemigo perpétuo, acérrimo y constante de quien se esconde de si mismo, de quien no quiere conectarse con quien realmente es y se aleja de su propia hstoria, necesitando llenar de ruido cualquier momento ante el miedo a lo que pueda surgir en los momentos de soledad.
Por otra parte, muchas personas encuentran una gran ayuda en los momentos de soledad cuando piensan que necesitan tiempo para pensar, que hay cosas que estan sucediendo dentro de ellos, a las que necesitan dar espacio para poder orientar sus vidas de acuerdo al momento que estan viviendo y a lo que están sintiendo en un momento dado: De hecho de estos momentos de conexión y reflexión vienen decisiones que cambian la vida de muchas personas, cuando perciben que está pasando algo dentro de ellos y después de darse tiempo de analizarlo, deciden cambiar de ocupación, de estilo de vida, de país...
La soledad es un mecanismo necesario, como una brújula, que elimina el ruido exterior cuando es necesario que nos concentremos en nuestro interior. No obstanye hay mucha gente que tiene miedo de ese interior, por lo tanto se arriesga vivir sin consultar su brújula, y por lo tanto sin dirección.
Pareceria que para poder tener una vida feliz en sociedad, son necesarios momentos en soledad; uno debe saber que piensa y que siente para poder estar con los demás de una manera comunicativa, y para eso se necesita tiempo para poder escucharse a uno mismo. Creo que cada día mas gente está con los demás simplemente para no estar solo, como si los demás tuvieran la función de ser ese oso de peluche que nos calmaba nuestro miedo a la soledad cuando éramos muy pequeños, de hecho, ese afán tecnológico y social de conexión instantánea y global -gracias a la cual, por ejemplo, yo puedo compartir en tiempo real lo que pienso- es un indicativo de esa fobia a estar y sentirse solo.
En síntesis, creo que para poder estar como seres humanos pensantes y maduros con los demas, debemos de saber también estar a solas con nostros mismos.
Otro día hablaré de lo contrario, la gente que no puede conectar con los demás y se aisla en un terriotorio personal y minúsculo.
Un abrazo.
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